BIOGRAFÍA
Siempre he sido “rara”, “diferente” y poco femenina.
Solía odiar jugar con Barbies, pero me encantaba jugar al Rummy-Q. Me encantaba imaginar mi universo y crearlo con papel en forma de figuras de origami.
Supongo que había en mí una especie de fascinación por crear “pociones” y “hechizos” cuando era niña, porque me permitía convertirme en lo que quisiera.
Mi “rareza” llevó a la gente a pensar que podían intimidarme en el instituto, pero fue todo lo contrario.
Me motivó a fundar mi primera Organización No Gubernamental (ONG), “Ya Tengo Donde Escribir”, a los 17 años. Tomé las coloridas cajas de cereales y las convertí en cuadernos para las personas más vulnerables de mi país.
